Quiero escribir esta resaca que ya no cesa de dolor. Que miran atónitos mis ojos cuando en un espejo la ven reflejar. Reflejar aquel malestar incalculable, aquella sed de verdad.
La incomprendida por mi, por vos. Por la razón irracional de este sistema. ¿A quién querés echar la culpa? ¿A quién? Si yo no fui y vos tampoco.
Tu voz no me ha dejado así. Esta resaca va a bailar hasta que sus palabras se hagan esclavas de mi interior. Hasta que se canalice la furia con la que la detesto. Hasta que los efectos dejen de ser limitados y la nostalgia se aburra de mi casa. Allí, cuando vuelva a mirar por ese espejo y no encuentre a mi otro yo piantado, sino presente a mi yo más vivo.
La incomprendida por mi, por vos. Por la razón irracional de este sistema. ¿A quién querés echar la culpa? ¿A quién? Si yo no fui y vos tampoco.
Tu voz no me ha dejado así. Esta resaca va a bailar hasta que sus palabras se hagan esclavas de mi interior. Hasta que se canalice la furia con la que la detesto. Hasta que los efectos dejen de ser limitados y la nostalgia se aburra de mi casa. Allí, cuando vuelva a mirar por ese espejo y no encuentre a mi otro yo piantado, sino presente a mi yo más vivo.
Preguntas retorias. Mi recurso. Tu buen uso.
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