jueves, 31 de diciembre de 2009

Lo que se va y lo que vendrá...

Las narraciones expuestas a continuación, son publicadas con el fin de no dejar nada en el tintero. Aunque quizá no estén terminadas o podría haber trabajado más sobre cada una de ellas, hago humilde entrega de las mismas, para no dejarlas ocultas y sepultadas una década atrás. Porque después de las doce no hablaré más del año que se fue ni de 2009; diré que la década pasada... y sentiré nostalgia o alegría por haber hecho todo lo que he deseado. También por haber aprendido de lo que me ha perturbado.

Gracias por acompañarme en este nuevo emprendimiento, por mostrarse satisfechos o disconformes con lo que expreso. Las diferencias siempre son buenas. Las críticas ricas y bien recibidas. Éxitos y sigan soñando porque soñar realmente no cuesta nada.

Último suspiro

Puedo viajar miles de horas, pero jamás sabré cuando se detiene el tiempo. Nunca aprenderé a parar ese croquis que perturba nuestro encuentro.
Amores imposibles que se cruzaron para quedarse; o quizá tu los hilaste para amarrarlos y hacerlos actuar en tu show. En ese titiritero que es tu casa. Allí, donde las marionetas se desplazan del living al dormitorio.
La cama, tan grande como tus mentiras. El silencio, tan abrumador y cómplice como mi mirada. Mirada que legitima tus cuentos.
No tengo ganas de verte. Sin embargo, es hacia tu espacio a donde me dirijo. No puedo evitarlo. Quizá vaya en busqueda del último beso. Aquel que me quemará los labios. Me hará arder de pasión y luego odiaré por haber saboreado la incredulidad de tus palabras.
No quiero verte más y lo estoy afirmando. Como le he dicho a otros: fue bueno mientras duró. Se terminó. Hasta acá llegó mi paciencia, mis ganas y mi entrega con amor.
Buena suerte y hasta luego.

Música para mis oídos

Tu piano consume la energía de tus manos para transformarla en caricias de una composición melódica. Después te ata y presiona fuerte con sus notas musicales para que no lo dejes.
No quiere estar solo de nuevo. No quiere seguir durmiendo en el estudio cubierto por una capa de ácaros de polvo. Tampoco quiere que lo ocultes debajo de esa funda gris que opaca su belleza y lo destierra al olvido.

Tu piano quiere sonar. Quiere hacer bailar a las notas y complacer de felicidad mis oídos.

Ego- Consumo ( Primera Parte)

De vez en cuando, por la mañana, me levanto pensando que algunas personas en ciertas ocasiones resultan ser frías, calculadoras y maniáticas. ¡Que curioso! La otra noche cuando caminaba por alguna calle de la ciudad de La Plata me encontré con una de ellas. A decir verdad no puedo declarar con certeza que se tratase de una persona...
Hago el esfuerzo por recordarla y se me desenfoca con mayor facilidad su imagen. Van y vienen los colores en mi mente intentando hacer algún retrato de aquello, pero enseguida se dispersan como arena en mis manos. De lo que estoy seguro es de que era oscura y trémula...pero sólo de eso.
No tengo idea cómo, pero aquella sombra me había dejado impresionado. Calculaba que debió haber sucedido algo entre nosotros, sino por qué motivo me seguía preocupando por aquello. Entonces sin querer, aunque no tanto, me obligué a deshacerme de la incertidumbre que me causaba.
Con el tiempo, creo, que me he puesto bastante viejo para los acertijos y desde hace rato no puedo adivinar ninguno.
Mi ansiedad persistía. Eso significaba que debía resolver mi duda; aunque siempre con un poco de orgullo decidía tirarla al tacho y encargarme de las cosas de mi vida que realemente tenían importancia. Sin embargo se presentó otra inoportuna duda: ¿Cúales cosas importantes?
Fue así que comencé a reordenar mis extraños pensamientos. Empecé por la infancia. ¡Ay la infancia! La llegada de mi divino ser a la tierra. Todos estaban felices de verme. Lógico nacía con las revoluciones estudiantiles, con los hitos que marcaron la historia, nacía. Más tarde vi la caida de un muro y así la vida me pasó por encima.

Una extraña sensación

Empezaría por tus brazos. Los recorrería con un cosquillieo infinito hasta llegar hasta tus hombros. Me detendría. Rozaría tu cuello, pero sólo un suave roce. Accidentalmente me desvanecería en tu espalda y allí te acariciaría suave y lento con mis manos limpias y puras, hasta lograr pegarme como esos lunares se fijaron una vez en ella.

Locos entre versos

Algunos escritores son paranóicos porque todo en el tiempo en su cabeza están creando historias a partir de sus propias vivencias; además son masoquistas porque en vez de escribirlas, las piensan, se las guardan para si mismos y luego se las olvidan.
Asi soy maso menos y no se si soy escritora. Al menos, no todavía.

El último deseo

Se sintió defraudada. Esta vez, las cartas no habían puesto el juego a su favor. Sabía que iba a sufrir, pero no con tanta inmediatez. Despúes de aquella noche de lujuria y verborrágico deseo la noticia la dejaba piantada como loco en su balada.
Entre llanto e impotencia dejaba deslizar la historia entre sus dedos. Respondió a cada tontería que él sin darse cuenta decía, pero no sentía. Leía sus palabras y se abría de a poco la herida. Como una puñalada, o lo que es peor, como sentir el filo y la punta de la daga, que aferrada al pecho, quita el aire y lo comprime todo en un nodal infiernal.
Sabían que se estaban lastimando. Quizá también estaban perjudicando a terceros. No les importó.
La noche anterior a la despedida se habían encontrado en el departamento de Gabriel. La única excusa de la cita no era el sexo. Por lo menos, para Carolina, esa no era su única intención. Ella quería verlo. Tenía ganas de pasar un agradable rato a su lado, pues cuando estaban juntos, ella se sentía a gusto con las charlas, las miradas y las analogías que hacían de la vida. Eran telepaticamente perfectos.
Carolina se fue de una fiesta a las cuatro de la mañana. Todavía era de noche y el cielo estaba estrellado. Nada podía salir mal. En sus planes estaba tomar un taxy, pero una amiga que iría de pasada por aquellas calles, la alcanzó hasta la casa del muchacho. La esperó a que bajara, le deseó suerte y se fue.
Nunca se imaginó, que esa sería la última vez que bajaría del auto para consumar la pasión infinita de dos corazones exaltados. Que entraría por esa puerta de aluminio, negra, antigua, que chillaba al abrir y jamás volvería a hacerlo.
Mandó un mensaje de texto para anunciar su llegada. Hace rato que se acostumbra a hacerlo de esa manera. Sin embargo, como habían pasado unos minutos, continuaba entre las dos puertas del portal del edificio. Entonces, no le quedó más remedio que tocar el timbre.
Inmediatamente le abrió. Estaba un poco dormido. Eso enterneció su cara de niño grande, bajo el síndrome de peter pan. Solían hablar de este caso psíquico en sus charlas de los jueves a la tarde o de los lunes a la noche por chat. Siempre podían hablar de lo que fuera. Sin problemas.

El se apoyó sobre el borde de la mesa. Tomó sus manos y las colocó alrededor del cuello, para que sus caras se acercaran y de a poco comenzaran a rozar, primero sus mejillas, luego sus bocas. Se entremezclaban las risas cómplices de un acto vanal. la debilidad corporal empezaba a manifestarse. Era terrible el carisma que comunicaban aquellos sujetos.
Continuaron dejandose llevar por la pasión que desataban los besos. Hasta que sintieron que era el momento de pasar a un cuarto intermedio.
El dormitorio, pequeño, pero inmenso para Carolina un día después de lo ocurrido.

Los minutos se desvanecían; para ellos no había reloj posible. Comenzaron por los besos. Valbucearon algunas palabras. Todos los gestos y mimos quedarían grabados en la memoria de ambos, para siempre. Jugaron al cíclope. Continuaron emanando risas de una complicidad cruel y dolorosa.
Seguido de un movimiento que los posicionó sobre la cama de costado, pero enfrentados. Entonces, él, le deslizó el jean suavemente.
De fondo se escuchaban los temas que les gustaban. Esas canciones que alguna vez fueron sus predilectas; o quizá lo sigan siendo.

lunes, 28 de diciembre de 2009

UN EXTRACTO VIVO

La Conversación
Roland BarthesFragmentos de un discurso amoroso
El lenguaje es una piel: yo froto mi lenguaje contra el otro. Es como si tuviera palabras a guisa de dedos, o dedos en la punta de mis palabras. Mi lenguaje tiembla de deseo. La emoción proviene de un doble contacto: por una parte, toda una actividad discursiva viene a realzar discretamente, indirectamente, un significado único, que es “yo te deseo”, y lo libera, lo alimenta, lo ramifica, lo hace estallar (el lenguaje goza tocándose a sí mismo); por otra parte, envuelvo al otro en mis palabras, lo acaricio, lo mimo, converso acerca de estos mimos, me desvivo por hacer durar el comentario al que someto la relación.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Sacada Re

Quiero escribir esta resaca que ya no cesa de dolor. Que miran atónitos mis ojos cuando en un espejo la ven reflejar. Reflejar aquel malestar incalculable, aquella sed de verdad.
La incomprendida por mi, por vos. Por la razón irracional de este sistema. ¿A quién querés echar la culpa? ¿A quién? Si yo no fui y vos tampoco.
Tu voz no me ha dejado así. Esta resaca va a bailar hasta que sus palabras se hagan esclavas de mi interior. Hasta que se canalice la furia con la que la detesto. Hasta que los efectos dejen de ser limitados y la nostalgia se aburra de mi casa. Allí, cuando vuelva a mirar por ese espejo y no encuentre a mi otro yo piantado, sino presente a mi yo más vivo.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Minuto creacionista


Rompiendo Silencios

Dicen que cuando un escritor traza una línea con su pluma está a punto de dejar una impronta. Una huella en una plataforma, que resignifica su sentido a lo largo del tiempo. Cada letra va formando una palabra y ellas, en conjunto, oraciones precursoras de grandes movimientos. Movimientos que fueron y son difundidos por valientes protagonistas con un mismo objetivo: romper el silencio.
En la lucha diaria de la codicia y el despotismo, fueron ellos quienes pelearon con la palabra para lograr un bienestar social más justo. Para develar nociones ocultas, actos crueles, vanales y terroristas.
Sus puños sangraron por aspirar a una patria que se levantara contra los poderosamente absurdos. Las gotas corrieron vigorosas desde las líneas de sus manos hacia el brazo, hasta mancharlo todo de tinta y de una sangre que no es la del fusil ni la de la espada. Una sangre limpia, que no se derrama sobre los cuerpos; sino sobre los pergaminos y las hojas. Que representa denuncia, reclamo; un grito.
¡Escuchen! hay algo que deben saber y nadie les ha dicho todavía... Ahí están; en los suplicios por decir lo que no se conoce o no quiere ser conocido. Sus voces retumban en nuestros días como ecos que nos alarman. Estar atentos, observar, detenernos y volver a mirar: ¿Qué está sucediendo? Esto mismo se preguntaban todos ellos. Qué hacen esos tipos abajo; quién mató a Rosendo, qué será eso que espera aquel hombre que está solo...
Fueron fieles a una misión. Pioneros de la prensa. Corrompieron todo obstáculo. Todo paso obstruido. Fueron clandestinos y exiliados.
Cumplieron con una ética que los llevó a ser verdaderos periodistas y escritores.

Dos siglos de denuncia

Durante doscientos años algunos pelearon por defender a la patria. Usaron la palabra como herramienta para gestionar conciencia y sentido. Para la conformación del Estado- Nación que soñaban; para ganar la batalla. Una batalla, en la cual no se pelea con armas; sino con el fuego que enciende las pasiones de los más significativos versos.
El siete de junio de 1810, Mariano Moreno, funda "La Gazeta" de Buenos Aires. Un periódico, cuyo objetivo primordial, fue difundir las ideas por la prensa. Casi cien años más tarde (1938) se realizó el Primer Congreso de periodistas en Córdoba y allí mismo se decretó esa fecha para conmemorar la labor periodística.
Un objetivo parecido tuvo José Hernández, quien decidió dar a conocer su pensamiento sobre el gaucho, a través de su propio diario "Río de La Plata". Este fue clausurado por Sarmiento, por la difusión de ideas controversiales a un pensamiento liberal elitista. El autor utilizó la literatura como medio de denuncia. Así, a través de su obra Martín Fierro, refleja el maltrato y la exclusión del gaucho, que gestaba el Gobierno de aquel entonces.
En 1918, durante el gobierno de Hipolito Yrigoyen, se promueve la primera Reforma Universitaria. De este modo la universidad comenzaba a fomentar la democratización de la educación superior. Se comienza a dar mayor importancia a la literatura, pensada como factor de cambio y al periodismo como profesión. Por primera vez, aquellos que participaban en un diario o una revista, recibieron una remuneración.
Horacio Quiroga fue uno de los principales exponentes de la profesionalización del escritor/periodista. Su intencionalidad era mostrar, dar a conocer, cómo era realmente el interior del país. Estaba idealizado y él, pone de manifiesto con sus escritos, la real naturaleza salvaje que se recreaba en las provincias. La población rural, que hasta el momento sólo se conocía a través de los textos de Leopoldo Lugones, también fue caracterizada por Quiroga. Siempre manteniendo su finalidad: lograr dar cuenta la otra cara del interior, que estaba oculta.
Entonces, diez años mas tarde, surge entre los periodistas, un hombre que vendría a narrar crónicas de época. Unos artículos que describían el trasfondo de cada hecho. Un escritor, que miraría más allá de lo que podía contemplarse a simple vista. Que dejaría una impresión, una marca; una Aguafuerte, basada en la ironía la descripción y la crítica, de los personajes habituales de una Buenos Aires velada.
Roberto Arlt logra que los lectores se identifiquen con sus crónicas. Además, tenía un modo innovador de llegarle a la gente. El público le escribía cartas y de este modo, generaba un diálogo con los interlocutores.
De joven se acercó a los folletines y más tarde comenzó a publicar en el diario "El mundo"- en principio sin firma, hasta que adquirió popularidad-. En el mismo periódico propuso el formato tabloide, cuyo fin era: dinamizar la lectura de información camino al trabajo.
Avanzamos en la historia y llegamos hasta un escritor, que entre la astucia y la curiosidad por resolver lo enigmático, supo llevar a cabo la mejor investigación periodística de la historia argentina, hasta el presente: Operación masacre. Pero no sólo por resolver un enigma, sino también por acabar con el fantasma del silencio que giraba en torno al exterminio.
Rodolfo Walsh desarrolló su labor con vocación. Con una pasión que se vio desatada en su "Carta abierta a la junta militar". Carta que escribió sabiendo que serían sus últimas palabras. Que esta vez ya no tenía alternativa para seguir escapando; pero no le importaba. Su tarea era transmitir a la sociedad lo que estaba sucediendo. Después de eso quedaba más por hacer, pero serían otros los que trabajarían por él para continuar en la lucha.
Su misión socializadora de difundir una historia que debía ser contada, había empezado hacía un tiempo con ANCLA (Agencia de noticias clandestina). Miles de exiliados, desaparecidos, muertos...debían ser "salvados" por el único poder posible en aquel entonces: la palabra infiltrada. Dar testimonio. Ser partícipe de los hechos y derramarlos para que no corriera más sangre.
Todos y cada uno de ellos fueron en esencia ejemplares periodistas/escritores. Dejaron su huella y nos legaron un mensaje: hablar podrá significar morir; pero aun peor es vivir oprimidos. Las voces deben romper la estructura del silencio.



viernes, 13 de noviembre de 2009

Receso mental

Contemplar la lluvia. Dejar que se consuma el cigarrillo en mi mano. Que el humo me acaricie hasta que lleve la colilla nuevamente hacia mi boca. Mientras escucho música, puedo percibir de fondo el estruendo de un cielo gris. De gris a oscuro. Oscuridad que me invita a vagar en tinieblas.
Entro a sus penumbras. Me atrae buscarte en el túnel. Me intriga saber si me esperás más allá. Piso el filtro. La primavera fantasmal que anhelé dutante días, llegó. La lluvia que admiramos nos mea de risa. Nos envuelve una cortina de gotas intensas. Intenso resplandor que siento cuando creo que estás a mi lado.
Llevame. Soltame. Volveme a llevar. Dejame liberar esta locura, colgarla en mis espaldas... Respiro...
Siento la ráfaga que aproxima la tormenta. Se desliza sobre mi rostro y con la mano no puedo detenerla. Ya estoy dentro de ella. No te veo. Supongo que te fuiste reposado en una hoja. Que el viento la desprendió del follaje inmenso, de la copa de un árbol que veo a lo lejos.
Ni se por qué estoy acá sentada. Delante de mi se continua una escalera en descenso hacia el empedrado. Mis ojos comienzan a observar, cuan panópticos activos. No entiendo. ¿Por qué llueve? ¿Qué me trajo hasta donde estoy? Creí verte en penumbras, pero ya no.
Comienzo a oir un murmullo constante. Perturbador. Unas sombras semejan gente. No estoy segura. ¡Ah! fue un sueño... quizá... No.
Me paro; dejo caer un libro de mi bolso. Lo abro en la página señalada: "Lo roto ya no puede ser pegado [...]". Tal vez no. Entonces individualizo mis males y decido volver a la cursada. Estuve divagando demasiado tiempo.

martes, 20 de octubre de 2009

SUAVE BIPOLARIDAD

Ciclotimica por demás. Baila sola en el espejo, mientras grita más y más.
Se suspende entre sus sábanas. Se desliza hasta rozar... el suelo con el cielo. Ahi está ella, loca por demás. Suelta una risa; ata un llanto. Amarra un par de lágrimas; desata un par de sonrisas. Ella si que cambia y cambia sin parar... Hey! No le pierdas rastro, quizá nunca la puedas alcanzar.

domingo, 18 de octubre de 2009

DESVELO DE UNA NOCHE

En las letras de mi mundo se ha devastado un sentmiento. Por ellas solía correr la brisa suave de una mañana cálida, como aquellas de un verano entre los pastizales de la sierra. Recuerdo aquel instante, en el cual uno de los órganos más importantes iba perdiendo estímulo y entonces, ya no daba respuestas.
En las letras de mi mundo jugaban a la escondida los rumores de caricias y los chismes de ciertos besos. Era maravilloso. Un sueño encantador, impuro y fértil.
Entre aquellas letras se formaban palabras extrañas, poderosas o vacías. Se gestaban arduas batallas entre ellas y ganaba siempre el deseo; casi nunca el amor.
En las letras de ese mundo fantástico, también se conformaba la nostalgia. La tristeza de saber que el desgaste se acercaba y que de a poco, una bocanada frívola, se desvanecería en el aire. Un suspiro desalentador, expresaba con constancia, la presencia de unas letras que no eran las del zyxdario; estas se conformaban bajo la línea del abecedario.
Las intrusas comenzaron a tomar terreno. Conformando su volcabulario -semejante al ya existente-; pero legitimándolo como propio. Hipodérmico. Sagaz. Extrovertido y manipulador.
Empiezo a reflexionar sobre cómo llegamos a pensarlo; me resulta inevitable. Lo aceptamos. Lo incorporamos, porque aceptar implicaría sentir superioridad y en realidad en las letras de mi mundo, ya no sentimos.
Las letras de mi mundo están llenas de significantes vacíos. Como la diversidad de observaciones que hacen distintas miradas a través de un caleidoscopio. Llena de letras sueltas combinadas en conjunto, para dar origen o etimología a un objeto: concreto o abstracto.
Mi mundo que realmente no es mio, o sí, si lo prefiero. Las letras que no son mias tampoco, pero nos son dadas a todos para que con ellas armemos nuestras propias palabras. Parece divertido pensar, que en las letras de mi mundo, hay tiempo sólo para las estructuras desestructurantes.
Perdimos. No puedo elegir que en mis letras me avasaye la locura y el ingenio de creerme omnipresente hacia mi mismo. No puedo darme mas confusiones. Necesito de palabras llenas pero vacías para interpretar los cortocircuitos de mi órgano disfuncional, que en ambos códigos se llama corazón.
De ahora en adelante, en las letras de mi mundo, será necesario encontrar una palabra, seguida de un gesto, para reparar los daños causados.

domingo, 11 de octubre de 2009

sábado, 10 de octubre de 2009

CARTA ABIERTA AL NUEVO PERIODISMO

Una vez más nos une la palabra. Nos reúne, ante estas oraciones, la pasión por la escritura. Qué decirles un día como hoy compañeros y compañeras. Un día como hoy, en el cual nos ha dejado un símbolo de la música argentina, pero por sobre todo de la lucha.
En estos tiempos que corren la muerte se va cobrando la vida de figuras dignas de ser recordadas, como la de “la negra”, Mercedes Sosa. Recordar: esa capacidad de retener temporalmente en nuestra memoria, todo. Disculpen la amplitud del término, pero quiero dar a lugar a que ustedes piensen que merece ser recordado.
Hago una acotación a modo de nota al pie: Decidan qué hechos merecen no olvidarse; pero por favor, sin dejar rastros de impunidad. Despierten los cajones, que guardan en las empresas, aquellos terribles conflictos y asesinatos, que aun, no se han resuelto. Vayan a golpear las puertas de los juzgados en busca de respuestas y en lo posible de justicia. Del mismo modo que lo hicieron las madres en las comisarías, en esa aterradora época. ¡Ellas sí que no tuvieron miedo! ¡Ustedes tampoco tienen que tenerlo!
Jugar una carta hoy, arriesgar el juego, no tiene precio si el premio es develar una verdad mañana. Nada se pierde si vivimos el riesgo diario de enfrentarnos al gran escenario de la vida. Un escenario, cuyo telón sube a intereses superficiales, económicos; baja, cuando el guionista no incluye a estos en el libreto.
Imagino si Rodolfo viviera… nos estaría empujando, dando ánimo para bajar de la academia a las calles, como lo hicieron los estudiantes en Francia y aquí: en Córdoba. Bajar, buscar en los suburbios, dar luz a aquellos callejones que parecen no tener salida. Esos, que en realidad no han sido explorados todavía.
¡Vayamos! Tomemos las calles de la República. Ampliemos las sendas, corramos por ellas al encuentro de vertiginoso y arduo compromiso. Traigamos a la memoria la sublevación de la palabra[1], que el pasado no has legado.
Marquemos el territorio. Acá estamos; los jóvenes tenemos el poder. Expresemos que, en esta democracia, no queremos leyes de la dictadura que nos reprendan y nos despidan. Queremos lanzar la voz al cielo. Como lo hicieron los artistas, escritores, músicos, estudiantes; que elevaron sus ecos inmortales, para acabar con las pusilánimes pisadas de un gigante enceguecido y manipulador.
Pintemos nuestras huellas en las paredes de la vida. No seamos sólidos que se dejan desvanecer en el aire; sino mejor seamos fluidos que con fortaleza puedan decir lo que sienten y denuncien lo que quieren comprobar. Seamos fluidos dispuestos al cambio.
Construyamos un paraíso en el marchito erial. Los desafío. Les pido su ayuda. Redimamos el honor de todos los que dieron la vida ante el fusil. Los que iluminaron con su valentía, un jardín de rosas, al que hay que quitarle las espinas.
Seamos leales a los grandes y no derrochemos la herramienta más importante que nos han heredado: el valor de la palabra.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

El alma: un vacío lleno de nada

CUÁNTAS VECES ASEGURAMOS HABER CAMBIADO Y CUANDO MIRAMOS HACIA ATRÁS, NOS DAMOS CUENTA DE QUE: NO MUCHO. CREEMOS HABERLO HECHO PERO, NO ESTAMOS SEGUROS Y DEFINITIVAMENTE, NI LO HEMOS INTENTADO.
SUPONGAMOS QUE TE INVITAN A TRANFORMAR UNA PARTE DE TU PERSONALIDAD, DE LA NOCHE A LA MAÑANA; NO LOGRARÁS RESULTADOS INMEDIATOS. LA FUERZA NO GARANTIZA EL ÉXITO DE NUESTRO LOGROS, QUE EN REALIDAD, SON FRACASOS.
LOS SENTIDOS -CON FRECUENCIA- ENGAÑAN Y NOS VAN ENREDANDO EN UNA VORÁGINE DE IMPRESIONANTES NUDOS QUE, NI LA PACIENCIA, PODRÍA DESENREDAR.
SOMOS UNA MADEJA DE DUDAS, DE MIEDOS Y DE FRUSTRACIÓN QUE NO HA LOGRADO HACER RESURGIR AQUELLAS PASIONES MANIÁTICAS, POR LAS QUE NO DEJAMOS VIVIR A LOS DEMÁS.
SOMOS EL FRUTO DE UN ÁRBOL SECO Y CAÍDO, QUE NO LOGRÓ FUNDAR EN SUS RAICES LA FORTALEZA QUE NECESITABA PARA CONTINUAR CRECIENDO Y DANDO RESGUARDO AL PLANETA.
DEJAMOS DE SER SEMILLA; PERO JAMÁS FUIMOS REGADOS CON LA BENDICIÓN DEL AGUA, NI REMOVIDO LA TIERRA PARA NO SECARNOS Y DEJARNOS MORIR EN EL MEDIO DE UN PASO DE TRANSEÚNTES APURADOS QUE HUYEN DE SUS OBLIGACIONES COMO EL ÁRBOL ESCAPA DE SUS RESPONSABILIDADES.
NO QUIERAS SEGUIR ENGAÑÁNDOTE. NO PUEDES SEGUIR DICIENDO QUE HAS CRECIDO Y MADURADO CUANDO NO HAS ALIMENTADO CON LIMPIO OXÍGENO TUS HOJAS Y HA FRACAZADO TU FOTOSÍNTESIS.
SOS MUCHO MÁS QUE RAMAS, TALLO, Y VERDE VEGETACIÓN SALIENDO DE TUS EXTREMOS... PERO CAMBIÁ TU RUTINA O TE HUNDIRÁS EN TU CANTERO OSCURO Y REDUCIDO.


Franca Cinthya

Los Años Dorados

QUE LOS SUEÑOS SEAN SÓLO SUEÑOS. QUE EL TEMOR NO TRAIGA UN MAL POR VENIR. QUE DEMOS MIL VUELTAS SIN CHOCARNOS, O EL VIENTO NOS ROCE SUAVEMENTE AL PASAR. QUE LA BRISA DE LA TIBIA MAÑANA NOS REGALE ALGÚN CUENTO NUEVO. QUE LA VIDA NOS REGALE AQUEL ENCUENTRO, QUE JUNTOS, SOLÍAMOS PENSAR.
QUE LOS RECUERDOS ME TRIGAN TU SONRISA. QUE AQUELLA MIRADA ME SORPRENDA EN MI ANDAR. QUE MIS TRISTES OJOS ENCIENDAN LA CHISPA MÁGICA, QUE ENCANTA LOS ÁRBOLES DE UNA PRIMAVERA FANTASMAL.
QUE NADA ME DEJE, QUE NADA TE DEJE, QUE NADA PERO NADA NOS IMPIDIA RETORNAR A LA FELICIDAD.

viernes, 10 de julio de 2009

"La risa es el gran instrumento de liberación" - Mario Margulis



La horas se pasan como gotas de agua que se deshacen en mis manos…

Quisiera estar en otro lugar: Un sitio sumamente risueño.

La risa: mi debilidad. Un espacio donde hubiera risas caminando, navegando en un yate, dibujando paredes; risas que decoloren la oscuridad de un puente y que delineen un camino de flores.

Cambio llanto por una risa; cara de nada por una sonrisa.

Cambio búsqueda de felicidad por miles de días de alegre eternidad.

Franca Cinthya

Su Cápsula


Estaba sentado en su mecedora de roble. El cómodo tapizado de terciopelo contenía su cuerpo reposado cálidamente. Encendió un cigarrillo y miró por el ventanal que daba hacia la calle. Una mirada fría, proveniente de sus más íntimos pensamientos, se fijaba en aquel paisaje urbano poco transitado.
Aquella tarde, una nube gris cubría de norte a sur toda la ciudad. No se esperaban lluvias, pero el viento comenzaba a filtrarse entre los peatones.
Él continuaba perpetuando un horizonte imaginario, que de a poco, iba encendiendo su ambición; mientras sus manos se frotaban la una a la otra, su avaricia aumentaba aceleradamente.
El chillido del hamacar se mezclaba entre balbuceos de palabras que nadie pudiera descifrar. La música de Tschaikowski era su única compañera y lo único que resplandecía su alma. También le generaba cierto placer mundano.
De chico, solía sentarse en la misma silla para escuchar los consejos de su abuela: La única mujer importante en su vida, a la que amó, más que a la música.
Su enternecida pasión por ésta, lo introdujo en una brutal depresión cuando la mujer -ya muy anciana- falleció.
La desolación le enseñó los vicios. Hasta ese entonces, nunca antes había fumado ni bebido whisky. En su mente merodeaba la tristeza y la venganza. Quería soltar su juicio; pero jamás lo lograba. Salir del encierro, cruzarse con la gente, hacer amistades, ya no eran cuestiones fáciles para un hombre que había paralizado su vida en una mecedora. No acostumbraba a hablar; tampoco tenía con quien hacerlo.
Se había desterrado a una tradición sedentaria, que jamás volvería a abrirle las puertas hacia la espontaneidad.
Una noche en penumbras se levantó de la silla que lo esclavizaba. Se acercó hacia una mesada de mármol. Allí había un vaso de cristal, un grifo de cobre y una botella de whisky. Llenó el vaso con agua, metió la mano en su bolsillo y sacó una frasco pequeño. Lo abrió. Tomó su contenido y con un leve temblor en las manos, introdujo en su boca unas cápsulas de unos pocos gramos. Bebió el agua; luego el whisky y regresó a su silla.
Realizó una acción que le costó dificultad y se acomodó, como para descansar. La música a todo volumen hacía retumbar las paredes del monoambiente. La policía llegó al lugar en busca de un sujeto, que intentaba meterse en la habitación; pero cuando lograron abrir la puerta, se llevaron una sorpresa. El cuerpo reposado en la misma posición que de costumbre, estaba rígido, frío y sin aliento.
Otra vida más, que tras sentir que había muerto en vida, decidió imponerse un tumultuoso final.

Franca Cinthya

viernes, 26 de junio de 2009

MIEDO

El miedo es una sensación frustrante, que no permite afrontar situaciones terroríficas. Es la ausencia de valentía y la presencia de un enérgico escalofrío, que recorre cada rincón del cuerpo. Es el culpable de una parálisis corporal transitoria, ya que dura lo que dura el susto; aunque a veces, queda penetrado en la mente, por años.
Es el enemigo del enemigo, porque desde un inicio hay un objeto horroroso y si no se lo puede vencer, se vuelve hostil. El miedo genera incertidumbre, adrenalina, sudoración, fatiga, tristeza, desolación y desesperanza. Sin embargo, puede manifestarse de diversas maneras. Quizá aparezca el temor a la soledad, al fracaso, a lo desconocido, al futuro; provocando la desintegración de los conocimientos.
Auyenta las pasiones, pues su poder atormenta los deseos, desechándolos a un vacío tumultuoso. Es el karma de los niños, de los adolescentes y también de los adultos. Su experiencia deja víctimas a la deriva de un camino de espinas, que se entierran en el pecho, hasta acabar desangrando una perpleja herida.



Tener miedo... lo estas experimentando


Franca Cinthya

La Nada: Un Ser

Seguramente jamás seré una buena bailarina; de hecho nunca lo fui. Quizá nunca alcance la cima de aquella monaña, a la que llega el alpinista. Nunca tendré un boleto para llegar a la luna y nunca veré el amanecer con los ojos cerrados.
De ninguna manera podré ser médica o empresaria, ni estudiar para ser una prestigiosa científica. No tendré a mi lado al presidente, ni me desviviré por un puesto de ejecutiva.
No caminaré por una pasarela, ni por la alfombra roja de Hollywood. Sin duda, no tendré a mi alcance la capacidad de un astronauta, ni me convertiré en azafata de vuelo.
Jamás seré una prestigiosa abogada y por consiguiente, no me incribiré en una beca para Harvard. No obtendré reconocimientos ni honores por mis causas y no me presentaré en un concurso para ingresar a la ONU.
No seré como Allan Poe y tampoco como Hemingway. No pensaré como Luther King; menos aun como Hittler.
Pero aunque no sea , ni haya sido ni vaya a ser todas estas cosas, algo tendré que ser. Ser mi sombra, ser mi amiga o incluso mi enemiga. Ser la nada, o ser algo de la nada. Ser, sentir, parar, seguir; seguir siendo algo de lo que jamás me arrepienta, aunque sea una desgracia. Ser la risa, el llanto, la melancolía, el desvelo y la soledad. Ser, no ser..., ser lo que sea que quieras que sea, lo que quiera que me pidas, pero no lo que no quiero y no tengo pensado ser: Nunca Jamás.

Franca Cinthya

sábado, 13 de junio de 2009

My Caleidoscopio steady cam


"Un caleidoscopio (del griego kalós bella éidos imagen scopéo observar) es un tubo que contiene tres espejos, que forman un prisma tetraédrico con su parte reflectante hacia el interior, al extremo de los cuales se encuentran dos láminas traslúcidas entre las cuales hay varios objetos de color y forma diferente, cuyas imágenes se ven multiplicadas simétricamente al ir girando el tubo mientras se mira por el extremo opuesto. [...]El caleidoscopio moderno fue inventado en 1816 por el físico escocés David Brewster. Tramitó la patente correspondiente y lo puso a la venta. "

Observar; mirar por el extremo opuesto; formas diferentes; son las sensaciones, que genera este simple objeto, cuando lo tomamos en nuestras manos y fijamos nuestra vista en su pequeño orificio. De esta manera, también funciona nuestra visión del mundo. Nos paramos en un sitio; nos detenemos o seguimos y volvemos a detenernos ante algo que nos causa sorpresa. Minuciosamente empezamos a hacer una radiografía del suceso en cuestión. También nos planteamos: -¿Me pasa lo mismo?; ¿Por qué no?; ¿Estamos mirando desde otro lado?¿ Será sólo otro punto de vista?... Todo puede ser... Luego reconocemos en esas acciones las diferentes formas de vivir la vida... ¡Ay..., la Vida! y ahi volvemos a preguntarnos ¿Qúe es para mi la vida? ¿y para vos qué es? ¿y para el/ella/ellos/ellas/nosotros/vosotros/ustedes?.
Pienso en la brillante idea que tuvo David: crear un objeto como éste, que nos permitiera introducirnos en los miles de diferentes caleidoscopios del mundo entero. Los mismos -que nos desplazan desde un interior muy profundo- con su gama de colores extraordinarios, a dibujar cada escenario de la vida; a ser testigos de muchas vidas, las cuales cruzamos en el camino sin conocer realmente sus verdades y sus pasiones.
Que inciertos pueden ser nuestros ojos; igual que el aroma o el olor que atraviesen nuestros designios.

Cuando decidí lanzarme a realizar esto, una voz me llamó desde mi interior y me dijo: -¡Hazlo sin arrepentimiento! Lo mejor que puedes hacer es equivocarte; lo peor que podría suceder sería echarlo al olvido.

Franca Cinthya